"Todos los días es un nuevo comienzo, una nueva primavera que trae la oportunidad de volver a brotar y seguir creciendo aún en la ancianidad, y hasta de despegar como nunca antes lo habíamos hecho por desconfianza, inseguridad, o miedo al fracaso", solía pregonar Jung, a sus discípulos.
"La ancianidad no es sinónimo de enfermedad, porque la enfermedad nos ataca cuando seguimos pegados a las cosas y todavía nos hieren las pérdidas y eso sólo debería ocurrir cuando uno aún es joven. En cambio la sabiduría del anciano es ver la realidad tal cual es, y no tratar de cambiarla para sus propios fines, es la etapa de la tranquilidad, de la aceptación, de las emociones moderadas y sinceras, de lo genuino, de lo verdadero, de la pausa contemplativa que es la que permite ver lo real", explicaba el maestro oriental.
La ancianidad es la edad de la cultura, como decía Jung, "la etapa en que ya no nos sirven las viejas fórmulas sino la oportunidad de lo nuevo sin las presiones del trabajo o el cuidado de los hijos.
Elsa Carranza, a los 70 años, no sólo acrecienta su sabiduría como residente del Hogar San Roque, sino que también la escribe y la comparte. En esas constancias ella reivindica el valor de lo más antiguo, al afirmar que "si en la arquitectura y en la decoración moderna los objetos -cuadros, esculturas, muebles antiguos- se cotizan tanto, cuánto más debe valorarse a una persona anciana. Los recursos que el Estado asigna para la atención de la tercera edad no alcanzan para cubrir las mínimas necesidades.. De esta manera, las instituciones benéficas son las encargadas de cumplir con este rol, a pesar de todas las penurias económica".
Carranza también cree que "la sabiduría sólo llega con el tiempo" y se pregunta: "¿se valora la experiencia?" Y se responde: "creo que no. Los empresarios parten del supuesto de que lo potencial es la virtud más importante. Buscan gente joven, creativa, flexible, adaptable y dinámica. Privilegian el pensamiento estratégico y el trabajo en equipo. Ante esto, hay que preguntarse si para ellos, ¿los mayores no cuentan con esas aptitudes? Todo lo contrario. Consideran que después de los 50 años los empleados se vuelven estructurados y esquemáticos. Es importante saber que en la vida hay un momento para todo. La adultez marca la llegada de la independencia"
"Cada uno, desde su profesión, debe compartir su experiencia. Pablo Picasso revolucionó el arte aún en su vejez. George Bernard Shaw escribió hasta los 94 años. Algo similar ocurrió con nuestro Jorge Luis Borges. Mientras la sociedad actual asocie la edad avanzada con el fin de la creatividad, los especialistas sostienen que la sabiduría llega sólo con los años", afirma.